Los seres humanos hacemos parte de la naturaleza; estamos inmersos en unos ritmos que aportan dinamismo y anclaje a nuestra existencia. El día y la noche son dos de los fenómenos que marcan nuestro tránsito de la exterioridad a la interioridad, del hacer al descanso; en el trópico su casi continua equivalencia nos hace percibirlos como un equilibrio entre la claridad y la oscuridad (que desde luego, no es total pues permite percibir los demás astros en el cielo). A nivel corporal, tanto la respiración como las pulsaciones cardíacas, se inscriben en la dialéctica continua entre expansión y contracción, movimientos que revelan como nuestro organismo se corresponde con otras armonías que subyacen en la naturaleza.

Los ritmos invitan a unas disposiciones especiales y posturas particulares desde lo físico, lo mental y lo emocional. No es lo mismo la energía de la mañana, que la de la noche; así como tampoco es lo mismo respirar agitada que tranquilamente. En el mundo contemporáneo los ritmos de vigilia/sueño, alimentación/evacuación, actividad/descanso son fácilmente propensos a la alteración; de ahí que necesitemos prestarles particular atención.

Ahora que nos vemos convocados a la contención en el hogar, quizás sea este un tiempo propicio para observar nuestras dinámicas y ajustarlas. Queremos invitarlos a cuidar el ritmo de cada niño y cada niña en casa, propiciándole:

A. Espacios de expansión: Juego, movimiento, dinámicas del estar hacia afuera

B. Espacios de contracción: Meditar, cocinar y comer, realizar propuestas de aprendizaje,  descansar.

Cada una de las propuestas en la pestaña de Entrenamiento ha sido concebida con un ritmo, pensando en incluir tanto tiempos de exploración, movimiento y creaciones, como tiempos de investigación, reflexión y conversación. La conciencia de este ritmo y la intencionalidad de los momentos, apuntan a generar sensaciones de confianza y seguridad en los niños y las niñas; para los adultos acompañantes implicaran diferentes grados de presencia; creemos que para todos las experiencias permitirán enriquecer las interacciones dentro del hogar. 

Recomendamos empezar el día con la anticipación, contándoles cómo será y qué disposición se necesita para cada momento. Es importante que los niños y las niñas puedan entregarse a disfrutar lo que realizarán con las invitaciones a la acción, así como concluir el tiempo de juego y aprendizaje intensionados para seguir con el día; de esta manera se disminuyen los niveles de ansiedad en ellos y en nosotros.

* Esta reflexión encuadra la realización de los encuentros para Holss Virtual, abocados en el marco de la pandemia global de 2020