top of page
Una premisa que acompaña mi caminar de vida, se enmarca en que cada amanecer es un renacer; parece algo sencillo, pero que sin duda, al experimentarlo a diario nos sincroniza plenamente con nosotros y los espacios que habitamos. Los Colibríes me generan intriga y fascinación, vibro con su mística.
Caminar y observar las montañas, es quizá, lo que mayor plenitud y paz me da, siento que permite conectar con mi esencia y dispone mi alma y mi mente en la apertura de posibilidades. Y el movimiento corporal en sus diversas manifestaciones, pero especialmente la danza, no podían escaparse de mis palabras. Danzar, es un momento de conexión profundo con mi cuerpo, con mi historia, con mi raíz, con mi latir.

bottom of page